4 pasos a seguir para evitar que tu empresa de retail caiga en prácticas de Greenwashing
Conforme se popularizan los productos sostenibles y los criterios ESG toman fuerza dentro del ambiente corporativo, el fenómeno del Greenwashing gana cada vez más protagonismo dentro de las empresas minoristas. Tanto que es muy probable que en tu esfuerzo por investigar cómo mejorar las credenciales ecológicas y los esfuerzos de sostenibilidad de tu empresa te hayas topado con esta expresión.
Si bien no es una tendencia nueva, la sostenibilidad se ha convertido en una poderosa propuesta de valor para consumidores cada vez más exigentes y con conciencia ecológica y orientada a lo sostenible.
De acuerdo con el índice de sostenibilidad empresarial elaborado por PDI, el 66% de los consumidores en Estados Unidos están dispuestos a pagar más por productos sostenibles. Así que, ahora más que nunca, éstos se plantean comprar productos que afirman ser ecológicos, respetuosos con el medio ambiente, verdes o sostenibles.
De ahí que, para aumentar las ventas, resulta tentador convertir esto en parte de la identidad de una marca sin cumplirlo realmente. Solo que no basta con etiquetar con la palabra "sostenible" los productos de una marca, pues no sería una práctica muy ética que digamos.
En última instancia, el Greenwashing es una manera de convencer a los consumidores de que están haciendo una elección correcta en la compra de un producto en base a afirmaciones falsas o por lo menos engañosas que promueven activos de sostenibilidad inexistentes.
Esto no solo representa un engaño al consumidor sobre una premisa falsa, sino que también atenta contra la reputación de tu empresa, que pudiera pecar de incongruente —si está perjudicando al medio ambiente— y no está incurriendo en los esfuerzos, los costes y el tiempo asociados en hacer que el negocio sea más ecológico y sostenible.
El hecho de demostrar que tu empresa minorista es consciente de los problemas sociales y medioambientales a los que se enfrenta la sociedad y que desea mitigar las formas en que contribuye a ellos como minorista, debe tener un sustento.
Ahora bien, el Greenwashing no siempre tiene que ver con que una empresa haga afirmaciones falsas o infundadas sobre sus credenciales ecológicas.
En ocasiones, una empresa en realidad puede tener en marcha iniciativas medioambientales simbólicas dentro de su organización. Lo que suele suceder es que la compañía trate de abordar ciertos problemas ambientales que ayudan a dar un giro positivo a su negocio, solo que otras partes de su organización o de la cadena de suministro están causando daños ambientales o se recurre a prácticas empresariales no respetuosas con el medio ambiente.
En conclusión, ¿Qué es el Greenwashing? Es una práctica que se genera cuando las compañías realizan afirmaciones engañosas sobre la sostenibilidad de su modelo de negocio o de sus productos, o bien, no es congruente del todo cuando llega a aplicarlas, lo cual, en términos generales, suele ocurrir cuando las compañías abordan la sostenibilidad como una tendencia y no como una estrategia a largo plazo.
Con esto en mente, preparamos una lista con 4 pasos para evitar que tu empresa caiga en alguna práctica de Greenwashing.
1. Infórmate y educa a tu empresa
La mejor manera de evitar que tu empresa caiga en la trampa del Greenwashing es informarte y educar a todos sus stakeholders al respecto.
No es raro que exista una desconexión entre los distintos equipos de una organización, especialmente en las empresas que están en crecimiento. Uno de los problemas que esto genera es que los equipos de marketing no comprendan del todo la cadena de suministro o el ciclo de vida de los productos o servicios que ofrece una empresa y, al lanzar iniciativas de marketing, pueden realizar afirmaciones que pueden considerarse Greenwashing.
Ponte en los zapatos del consumidor, mira más allá del bonito empaque y, en sus ojos, averigua más sobre la ética de producción de una empresa. Como empresa, reflexiona sobre la veracidad de las afirmaciones sobre sostenibilidad que estás realizando.
2. Ofrece transparencia
La mayoría de los sectores cuentan con organismos autorizados que mantienen la calidad de los productos y las normas éticas. Hacer el esfuerzo de cumplir los requisitos de estos organismos permitirá que tu marca sea mucho más digna de confianza a los ojos de los consumidores.
Un buen ejemplo de este tipo de instituciones es AENOR es una entidad con presencia en América Latina dedicada al desarrollo de la normalización y la certificación (N+C) en todos los sectores industriales y de servicios. Tiene como propósito contribuir a mejorar la calidad y la competitividad de las empresas, así como proteger el medio ambiente.
2. Asegúrate de que tus productos están bien etiquetados
Un etiquetado correcto es vital para no engañar a tus clientes. Aunque no sea intencionado, esto puede dañar a tu marca. Asegúrate de ser claro y directo sobre lo que contienen o no contienen tus productos. De acuerdo con el estudio de Deloitte llamado Los consumidores adoptan la sostenibilidad, el 34% de los encuestados dejó de comprar determinadas marcas o productos porque le generaban inquietudes éticas o relacionadas con la sostenibilidad. Por tanto, el etiquetado es también una parte muy importante de tu estrategia de marketing.
4. Haz un cambio de fondo en tu empresa
Invitar a tus empleados a no imprimir sus correos electrónicos, a utilizar botellas reutilizables o a apagar las luces de la oficina cuando se van a casa por la noche, es un buen comienzo. Solo que no malgastar recursos, reciclar y dar pequeños pasos para que nuestras actividades sean más sostenibles son intenciones que, aunque loables, están lejos de representar algo importante en un reporte de sostenibilidad.
Si estás decidido a minimizar su impacto en el medio ambiente, debes tomar medidas más amplias para transformar a tu empresa hacia una visión más sostenible. Hay que invertir tiempo, energía y recursos para comprometerse con la sostenibilidad dentro de la empresa.
Pregúntate: ¿podría rediseñar el producto para poder enviar más unidades en el mismo número de cajas? ¿Puedo generar ideas originales para reciclar los envases? Hay muchas formas de marcar la diferencia, y la mayoría de ellas son formas de gestionar una mejor reputación para tu negocio.
Por último
Obvio, es fácil para muchas empresas plasmar en sus planes estratégicos el compromiso y la firme intención de implementar la sostenibilidad dentro de su modelo de negocio, pero a la hora de cumplir esos objetivos, suelen tropezar con las implicaciones financieras.
Con frecuencia, muchos líderes se ven frenados a la hora de poner en práctica esas ideas por la presunción de que cualquier iniciativa de sostenibilidad conduce invariablemente a mayores costes. Y sí, cambiar las prácticas empresariales para que sean más respetuosas con el medio ambiente puede resultar costoso, al menos en lo que respecta a los costes iniciales, lo que hace que las empresas se muestren reacias a realizar los cambios necesarios —aunque se amortice años después.
Si estás convencido de dar este paso en tu compañía minorista, explora alternativas de financiamiento como las que ofrece Tribal. Estamos conscientes de que conseguir una solución financiera que se ajuste a las necesidades de tu negocio no es fácil, de ahí que hayamos diseñado una solución 360 para ayudarte a llevar tu empresa al siguiente nivel y cumplir tu compromiso de empezar tu camino a la sostenibilidad.