Cadena de suministro: 4 claves para fortalecerla ante la crisis
¿Qué está pasando con la cadena de suministro?
De la misma manera en que la cadena es larga y compleja, la crisis que atraviesa actualmente data de hace tiempo y está integrada por múltiples componentes.
Sin embargo, el consenso parece indicar que el origen de los problemas más significativos de la industria en este momento se pueden atribuir a lo sucedido en 2020 durante el confinamiento y la crisis sanitaria.
Ahora, los retos que están configurándose en la actualidad –los cuales podríamos resumir como inflación y la virtual inminencia de una recesión a nivel mundial– bien podrían analizarse bajo la perspectiva de que se trata de consecuencias a mediano plazo de lo ocurrido hace dos años.
Aún así, conforme avanza la discusión, parece quedar menos claro si es, en efecto, parte de las consecuencias del Covid-19, o si este evento tiene su propia naturaleza.
Con el objetivo de comprender el estado actual de la cadena de suministro y cómo es que podemos hacerle frente a los retos que se avecinan –por lo menos, en aquellas áreas donde tenemos control e injerencia–, partamos de lo que ocurrió a raíz del Covid-19 para después preguntarnos qué nos espera en el futuro próximo.
La crisis (no tan) pasada: Covid-19 y la pent-up demand
El número de organizaciones que reportaron algún tipo de irrupción en su cadena de suministro durante 2020 llegó a su máximo histórico desde que se lleva a cabo esta medición, según datos del Business Continuity Institute (BCI).
Para ponerlo en perspectiva: 27.8% de las organizaciones alrededor del mundo informaron más de 20 irrupciones en su cadena de suministro, a comparación con el año previo, donde sólo el 4.8% reportaron problemas similares.
En el área de 4 trillones de dólares fue la pérdida del comercio global debido a la pandemia.
Por supuesto, las consecuencias de un escollo como este no se pueden comprender en el corto plazo, y quizá sólo apenas en el mediano.
Tan solo basta con observar que la recuperación económica tras el comienzo de las campañas de vacunación en el mundo significó una irrupción agresiva en las cadenas de suministro.
Después de décadas de operar bajo el modelo “justo-a-tiempo” (una aceleración constante en los bloques de la cadena para agilizar la distribución), de la noche a la mañana se le exigió detenerse por completo y acoplarse a nuevos demandas de mercado, consecuencia de los cambios radicales en los hábitos de consumo.
Esto es a lo que se denominó pent-up demand o economía de confinamiento: si antes los consumidores estaban interesados en ir al cine, al gimnasio, o un concierto, por las circunstancias viraron sus preferencias de compra hacia una mejor pantalla para ver películas en casa, hacer ejercicio en casa, o adquirir instrumentos musicales.
Básicamente, este efecto lanzó a la cadena a un desbalance, donde los bienes adquirieron cada vez más importancia, a costa de los servicios, que perdieron la posibilidad de seguir operando bajo sus modelos tradicionales.
Este cambio tuvo como consecuencia un incremento en los precios de la carga marítima. De acuerdo con un estimado de Freightos.com, en un año (septiembre de 2020 a 2021) el costo por enviar un contenedor desde China a Estados Unidos pasó de ~$2,000 USD a ~$20,000 USD.
Además, este sobrecosto no implicó una optimización de las operaciones; de hecho, se podría decir que al contrario, pues los tiempos de espera en las unidades portuarias incrementó considerablemente por la falta de personal.
En suma, las condiciones en que la pandemia dejó a la industria son críticas, a lo cual hay que agregar los retos que se avecinan y las particulares circunstancias en que se encuentra la industria.
Por ello, recopilamos 4 consejos que pueden ayudarte a hacerle frente a la crisis que se avecina.
4 consejos para fortalecer la cadena de suministro
El BCI indica que una de las consecuencias positivas que tuvo la crisis sanitaria, y que deja como aprendizaje para la que parece esperarnos en el corto plazo, es que la alta gerencia de las empresas se dice cada vez más involucrada en la gestión de riesgos de la cadena de suministro.
El 82.7% de las empresas consultadas en 2020 señaló un incremento de “media” a “alta” prioridad a las tareas involucradas en el manejo de riesgos para el SCM, un repunte de 10 unidades respecto a 2019.
En ese sentido, podemos sintetizar algunos accionables puntuales que pueden abonar al fortalecimiento de la cadena de suministro.
1. Adáptate a los suministros que tienes, no a los que te gustaría tener
Muchos negocios lograron sobrevivir a la pandemia porque descifraron la necesidad de pivotar, por lo que tomaron acción a tiempo y en consecuencia.
Un ejemplo es cómo Healthy Pet Store, un retailer de artículos y alimento para mascotas en el Reino Unido, logró sobreponerse no sólo al Covid-19 sino también al cambio normativo post Brexit.
Deborah Burrows, gerente de la marca, señaló que su primera señal de alerta fue el desabasto de chalecos salvavidas para perros, su producto estrella durante verano, el cual manufacturaba una empresa china ubicada en el epicentro de la pandemia.
Burrows relata que en ese momento comprendió que debía virar hacia aquellos productos para los cuales existía una demanda constante. Fue así que recurrió a restaurantes y productores locales –detenidos por el confinamiento– y se ofreció a comprarles parte de su stock fresco y congelado.
¿Su intención? Elaborar alimentos para mascotas a base de proteínas animales y vegetales con el inventario rezagado de estos comercios. Al final, The Healthy Pet Store logró sobrevivir a la crisis gracias a los congelados de los restaurantes locales.
2. Fortalece las relaciones con tus proveedores
No se puede menospreciar la red de seguridad para tu negocio que se produce cuando cuentas con un proveedor leal y profesional en tiempos difíciles.
Para ello no hay otra forma que una relación comercial de mutuo beneficio, en la que predomine la confianza.
El aprendizaje nos lo aporta Olsam, una startup fundada en 2020 que opera como agregadora en el mercado europeo de Amazon. Según relata Damian Conroy, director de SCM de la compañía, tras el parón obligado a sus proveedores en China, decidieron racionalizar sus recursos de la manera más eficiente posible.
¿Cómo? Simplificando: asignaros todas sus órdenes a una misma empresa para los envíos en Europa, otra para los de EUA, y una tercera para el resto del mundo. Así, estrecharon su relación con estos tres proveedores clave.
Garantizando volúmenes altos y constantes, lograron que sus proveedores favorecieran sus pedidos, además de que abrieron un canal de comunicación ágil con representantes de la empresa que les apoyan en la resolución de problemas.
3. Invierte en la planeación de escenarios
Un atributo fundamental para la gestión de cadenas de suministro es la visibilidad. Esta no se limita a la capacidad de poder observar paso a paso las distintas etapas por las que pasa un producto, sino que también se refiere al alcance de tu visión estratégica.
Una manera de entenderlo –señala Les Brooks, socio fundador de la firma Oliver Wight– es que mientras más puedas ver hacia el futuro, mayores serán tus posibilidades de articular una cadena que construya y agregue valor, al tiempo que esté más preparada para manejar irrupciones.
Si bien hay eventos más predecibles que otros (tal como nos lo probó la pandemia), un SCM robusto debe desarrollar la capacidad de visualizarse en escenarios donde queden expuestas sus mayores vulnerabilidades, y pensar en acciones que contrarresten la adversidad a la que se enfrenta.
4. Toma el control de tu inventario y prioriza las ganancias
Esto es relativamente simple (aunque la experiencia parece dictar que no suele llevarse a la práctica): mantén un respaldo sano de la cantidad de productos que te generen más ganancias. Prioriza el suministro de materias primas con el que lo elaboras e invierte más tiempo, energía y recursos en conseguirlos.
Si un sólo producto genera el 80% de tus ganancias, no te desgastes demasiado intentando conseguir abasto para el 20% restante.
Sostenibilidad ambiental: palabras clave en el futuro de las cadenas de suministro
2021 puede ser considerado como el año en que se oficializó al SCM como una prioridad de negocio a lo largo y ancho del mundo y las industrias.
Muchas de las alternativas que se escuchan y leen apuntan hacia las aplicaciones de la blockchain o el internet de las cosas, sin embargo, lo cierto es que aún se trata de tecnologías que están en fase de prueba.
No obstante, la opinión pública destaca cada vez más la importancia de la sostenibilidad ambiental en el contexto de la cadena de suministro.
Cifras de Gartner de 2021 afirman que el 84% de los liderazgos en las cadenas de suministro planean realizar alguna inversión en acciones de adaptación y mitigación climática durante los próximos 18 meses.
Más o menos ese plazo se ha cumplido, y aunque no es el objetivo de esta pieza certificar las cifras de Gartner, lo cierto es que sí ha habido un interés creciente en algunos sectores por realizar inversiones más concienzudas (desde el punto de vista ambiental, por supuesto).
Sirve tomar en cuenta la creciente importancia entre los inversionistas por los criterios ESG. De acuerdo con EY, los tres principales factores de esta trifecta que interesan a los inversionistas son la gobernanza, los riesgos climáticos, así como el desempeño ambiental de las empresas.
Un cambio de este calado en el contexto de la cadena de suministro implicaría voltear a ver a ver la idea de abastecimiento responsable, que en términos operativos significa “acortar” la cadena: se trata de favorecer la integración de productos locales, ayudando a las pequeñas y medianas empresas a superar barreras de acceso.