El comercio electrónico en el retail: ventajas, retos y tendencias
Dicen que la crisis es el momento del cambio, y en el sector retail no hubo una transformación más grande durante la pandemia que la irrupción del comercio electrónico.
Ahora, el tipo de crisis que enfrentamos es de otra índole: la inflación y la alerta de una posible recesión provocan que los retos que deparan al sector retail (o minorista) escalen y cambien con velocidad –comercio electrónico incluido.
Pese a esta complejidad, el e-commerce en el sector se muestra fuerte, pues los datos indican que las expectativas de crecimiento en Latinoamérica se mantendrán a la alza hasta 2025.
Según datos de Euromonitor International,Perú encabeza con una proyección de crecimiento del 87%; le siguen Brasil con 61%, Colombia con 53%, y México con 50%; en suma, se estima que para 2025 el valor de este mercado en la región sea de $160 billones USD.
En este contexto nos dimos a la tarea de indagar sobre el estado de la industria, de qué manera fue que el retail adoptó al comercio electrónico como una de sus principales herramientas, así como las tendencias que marcarán el futuro de estos negocios.
Y, por último, proponer una solución integral de financiamiento para el sector retail.
Retail y comercio electrónico: un matrimonio hecho en el confinamiento
Nuestros hábitos de consumo cambiaron radicalmente a raíz del confinamiento, lo que a su vez actuó como catalizador para que los negocios minoristas adoptaran el comercio electrónico.
Un dato contundente: el promedio de usuarios de internet que realizaron compras online aumentó del 53% antes de la pandemia (2019) al 60% tras el inicio de la misma (2020/21), en los 66 países con estadísticas disponibles, según datos de la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo (UNCTAD, por sus siglas en inglés).
Como consecuencia directa de la necesidad, el pedir la despensa a domicilio mediante una aplicación, adivinar nuestra (posiblemente nueva) talla de pantalón para comprarlo en el sitio de nuestra marca favorita, o bien pagar servicios básicos como el internet o la luz, se volvió cada vez más frecuente, al grado de hacerse cotidiano.
Por supuesto, estos cambios en la manera de consumir bienes y servicios significó una enorme área de oportunidad para las empresas.
Si tomamos como ejemplo el caso mexicano, podemos observar que, en 2019 (previo a la contingencia sanitaria) el 5.2% del volumen de todas las transacciones en el sector minorista sucedieron en línea; en cambio, se espera que a finales del 2022, este porcentaje llegue al 12.1%.
En términos de tamaño de mercado, podemos observarlo de la siguiente manera:
Es cierto que en comparación con otros mercados (como el de EUA o la EU) el mexicano y el Latinoamericano en general pueden parecer pequeños. No obstante, sirve analizar las condiciones que tiene la industria para mantener un ritmo de crecimiento sostenible, así como algunos de los obstáculos a los que se podría enfrentar.
Estado de la industria: nuevos consumidores, nuevas tecnologías
Para quienes no crecieron a la par de las tecnologías que integran el ecosistema del comercio electrónico su principal barrera de entrada fue la confianza en el sistema: ¿qué tan seguro es realizar una compra en una página de internet que solicita mi nombre, dirección y los datos de mi tarjeta?
Sin embargo, parece que esta preocupación –a la que, paulatinamente, los consumidores se han ido adaptando– no implica un punto de fricción para las nuevas generaciones. Sí importa, por otro lado, no perder esa confianza bajo ninguna circunstancia.
La llamada Generación Z (1995-2000) es un segmento poblacional angular al futuro del comercio electrónico como parte del sector minorista. De acuerdo con un estudio de Deloitte, la palabra clave en este contexto es seguridad:
“La privacidad y la confianza que genere [el comercio electrónico] en el consumidor sobre sus datos personales son primordiales”.
Por su parte, este mismo estudio sugiere que para adaptarse a estos cambios, las empresas de retail deberán realizar inversiones para la integración de sistemas, la adaptación de su logística en función de sus nuevos canales de venta, así como los impactos fiscales que esto implica.
Asimismo, no deben perder de vista que en mercados emergentes, como el latinoamericano, aún enfrentan obstáculos como brechas de digitalización y falta de accesibilidad bancaria.
Por ello, las empresas minoristas que mejor se posicionan ante este nuevo mercado comienzan a generar alianzas con prestadores de servicios B2B y B2C, tanto para fortalecer su operación y construir las capacidades necesarias, como para acercar alternativas de financiamiento y pago a los consumidores.
Tendencias del comercio electrónico: ¿hacia dónde debe ir el retail?
Al comienzo de este año, muchos minoristas mostraron cierto optimismo respecto a su capacidad para recuperarse de lo sucedido los dos años pasados. Confiando en la tecnología y en modelos de negocio novedosos, la industria aprovechó esta oportunidad para capitalizar los nuevos hábitos de compra entre los consumidores.
Pero, como sabemos, una serie de nuevos retos se configuran en el futuro próximo: el alza de precios y la inflación, la escasez de materias primas y la cautela con que los consumidores realizan gastos pone en desventaja al sector minorista.
A pesar de ello, el futuro parece prometedor. Las nuevas tecnologías permiten una experiencia de compra más inmersiva, al tiempo que el comportamiento del consumidor va dejando pistas a las empresas respecto a cómo mejorar sus productos y modelos de negocio.
En ese sentido, queremos compartir las tendencias que marcarán este último semestre del año —y, probablemente, en el que viene.
1. Nuevos hábitos de consumo de la Gen Z
La incursión laboral de la Gen Z (1995 - 2010) los posiciona como consumidores objetivo del sector. Conocer sus necesidades y gustos será indispensable para el fortalecimiento de la oferta.
De acuerdo con un estudio sobre hábitos y comportamiento de consumo en Latinoamérica elaborado por la firma Llorente y Cuenca, a pesar de que las compras en línea son predominantes entre esta generación, el confinamiento provocó que cada vez busquen experiencias de compra en exteriores.
Será importante que la oferta encuentre cómo balancear ambos canales de venta para evitar que se canibalicen.
2. Incursión de establecimientos tradicionales en el mundo digital
La ventaja que tomaron las pymes y startups en la adopción del retail digital se acorta con la entrada de "gigantes" en el comercio electrónico. La innovación y la experiencia de cliente serán diferenciadores clave.
Según Forbes, Millennials y Gen Z valoran considerablemente incentivos como envíos sin costo, devoluciones gratuitas y/o sin fricción, así como recompensas para elegir dónde realizar sus compras.
Esto indica que los programas de lealtad son un diferenciador importante.
3. Pagos y envíos automatizados y ultra-rápidos
Los consumidores exigen una experiencia sin fricción, sin contacto, en un sólo clic, y ultra-rápida, pues nadie quiere perder minutos haciendo check-out en una tienda online.
Además del reto logístico que implica resolver la demanda de envíos veloces, en el comercio electrónico también importan los procesadores de pago ágiles y seguros.
4. Comercio justo y consumo ético (circularidad)
La actitud de los consumidores está cambiando respecto a la importancia de la sustentabilidad y la trazabilidad ambiental de las empresas. De acuerdo con un estudio de la Universidad de Wharton, al 75% de la Gen Z le importa más que un producto sea sustentable que la marca.
Gracias al comercio electrónico, el sector retail entró en una etapa de crecimiento sin precedentes. Las empresas tendrán que irse sumando poco a poco a las tendencias que marcan el rumbo del sector, y para ello será fundamental contar con financiamiento adecuado.
¿Cómo podemos ayudarte? Tribal y el sector retail
De acuerdo con datos de Statista, se prevé que los usuarios de comercio electrónico en América Latina alcancen aproximadamente 317 millones en este año, y para 2025, esta cifra crecería un 13,6%, lo que supondría unos 361 millones de usuarios en toda la región. Tu empresa de retail no puede quedarse fuera de este crecimiento.
Aún así, sabemos que aprovechar una ola de crecimiento como la que viven el retail y el comercio electrónico puede implicar complejidades que sólo quienes están en el interior del sector conocen a detalle.
Las fluctuaciones constantes del mercado pueden hacer que, como líder de una empresa, la gestión de tus finanzas puede ser un verdadero dolor de cabeza. Por ello, debes estar prevenido para que cuando se requiera invertir en mejorar la operación de tu negocio, cuentes con el aliado correcto para mantenerte por delante de la competencia.
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