Cómo puede afectar el tipo de cambio en la organización de viajes en el segundo semestre del año
Hay un tema importante que puede tener un impacto significativo en la planificación y presupuesto de los viajes corporativos: el tipo de cambio. El valor de la moneda —en nuestro caso, el peso mexicano— puede fluctuar de manera impredecible, y esto puede afectar tanto a los viajes de negocios como a las vacaciones personales.
Antes de sumergirnos en el tema, quiero aclarar que existen diversas opiniones sobre si el peso mexicano está sobrevalorado o infravalorado en relación al tipo de cambio actual. Los economistas utilizan diferentes criterios para calcular el valor justo de una moneda, lo que lleva a resultados y estimaciones variadas. Algunos predicen que el peso se debilitará nuevamente, mientras que otros tienen perspectivas diferentes. Sin embargo, es importante tener en cuenta que nadie puede predecir con certeza el valor futuro de una moneda.
Un poco de contexto
La evolución del valor del peso mexicano es un factor crucial a tener en cuenta al planificar los viajes en el segundo semestre del año. Para entender mejor el contexto actual, echemos un vistazo a la evolución reciente del peso frente al dólar estadounidense.
En la primavera de 2020, la pandemia de Covid-19 tuvo un impacto significativo en los mercados financieros y en el valor de las monedas en todo el mundo. El peso mexicano no fue una excepción y experimentó una rápida pérdida de valor frente al dólar, llegando brevemente a los 25 pesos por dólar a finales de marzo de ese año.
Sin embargo, a medida que avanzaba la primavera, el peso comenzó a recuperarse y a estabilizarse. A partir de noviembre de 2020, la moneda se mantuvo en un rango de entre 19 y 20 pesos por dólar, mostrando una notable estabilidad durante los dos años siguientes.
En 2023, el peso ha seguido fortaleciéndose frente al dólar, mostrando un patrón similar al que se observó entre 2014 y 2017. Al momento de escribir esta nota, el peso alcanzó un máximo reciente de 16.98 pesos por dólar, lo que ha generado atención en los medios y redes sociales con el término "superpeso" que se volvió tendencia debido al sólido desempeño de la moneda en los primeros meses del año. Y esto ha persistido a lo largo de este año.
Varios factores influyen en el valor del peso mexicano. Como moneda de libre flotación, su valor fluctúa diariamente en los mercados internacionales de divisas. Las grandes transacciones realizadas por bancos y empresas tienen un impacto significativo en el tipo de cambio. Además, los indicadores macroeconómicos como la inflación, las exportaciones, los precios del petróleo, las remesas de divisas y el turismo internacional también contribuyen al valor actual del peso.
Es importante destacar que la mayoría de las transacciones del peso se realizan frente al dólar estadounidense. Sin embargo, los tipos de cambio con otras divisas, como la libra esterlina, el dólar canadiense o el euro, se determinan en base a la combinación de los tipos de cambio con el dólar estadounidense. Estos pares de divisas pueden influir en el valor del peso en relación con otras monedas.
El comportamiento del peso frente a otras monedas es altamente volátil y puede depender de una variedad de factores, tanto locales como globales. No existen reglas fijas en este sentido, y el tipo de cambio puede fluctuar en diferentes direcciones según las circunstancias del mercado.
El tipo de cambio y la gestión de viajes corporativos
Como sabemos, los viajes están influenciados por diversas fuerzas y tendencias. Los medios de comunicación, especialmente los especializados en viajes, pueden establecer tendencias basándose en encuestas turísticas y otras investigaciones. Estas tendencias pueden impulsar la demanda de destinos populares, como ciudades europeas, playas exóticas, destinos de bodas y vacaciones en balnearios y campos de golf.
Sin embargo, a medida que pasa el tiempo, las tendencias también se ven influenciadas por la economía global y los tipos de cambio de divisas. Aquí es donde entran los retos presupuestarios para las empresas. El sector de los viajes y el turismo es un negocio internacional, lo que implica transacciones en diferentes monedas. Los valores de las divisas pueden fluctuar bruscamente, lo que expone a las empresas a incertidumbres económicas y dificulta la protección de los márgenes de beneficio previstos.
Además, la mayoría de las vacaciones tienden a ser estacionales y coinciden con los cierres escolares y los días festivos. Si los tipos de cambio son desfavorables durante estos meses, es probable que se produzcan cambios en los patrones de viaje y en la programación de las vacaciones. Esto puede resultar en temporadas de viajes impredecibles para las empresas, lo que dificulta la planificación y puede afectar la rentabilidad.
Otro aspecto a considerar es el tiempo que transcurre entre la reserva y la salida. Las divisas son muy volátiles y pueden cambiar en cuestión de minutos. Imaginen reservar unas vacaciones con meses de antelación, solo para descubrir que el tipo de cambio ha fluctuado significativamente cuando llega el momento de pagar a los proveedores extranjeros. Esto puede generar pérdidas para la empresa de viajes, ya que tendrían que cubrir la diferencia utilizando sus propios recursos. Además, podría dañar la reputación de la empresa si se les exige a los clientes que asuman los costos adicionales.
Anticiparse a estos retos y gestionar el riesgo cambiario es esencial para quienes se encargan de gestionar viajes dentro de su empresa. Es importante tener en cuenta las tendencias económicas y los posibles cambios en los tipos de cambio al planificar los presupuestos y fijar los precios de los viajes. También se pueden considerar estrategias como la cobertura cambiaria o la negociación de contratos con proveedores extranjeros que contemplen posibles fluctuaciones en el tipo de cambio.
Es fundamental estar al tanto de la evolución del tipo de cambio y su posible impacto en los presupuestos y la rentabilidad de los viajes corporativos. Mantenerse informado sobre los indicadores económicos relevantes y considerar estrategias para mitigar el riesgo cambiario ayudará a garantizar una planificación efectiva y exitosa de los viajes en el segundo semestre del año.