Guía para financiar tu negocio con Equity
El financiamiento mediante acciones (equity o capital social) se utiliza cuando las empresas tienen una necesidad de efectivo a corto plazo para seguir creciendo. Este método de financiamiento implica vender una participación en la empresa a cambio de una inyección de capital.
El equity se puede ofrecer a los fundadores mismos, a los empleados o a los inversionistas, haciéndolos partícipes de las utilidades y obligaciones de la empresa.
A continuación, veremos cómo financiar tu negocio con equity, describiendo algunos de los términos clave que surgen al hablar de esto.
El tipo de financiamiento adecuado para ti depende de las necesidades de tu negocio y de la etapa en la que se encuentre.
Recuerda que los accionistas están apostando por el éxito futuro de tu empresa porque creen que será lo suficientemente rentable como para recuperar su inversión.
¿Qué es el equity de una empresa?
El equity representa las aportaciones de capital por parte de los socios, las cuales se acreditan mediante un documento legal denominado “acciones”.
Las acciones constituyen la propiedad de tu empresa y tienen un valor igualitario que confiere ciertos derechos, dependiendo de su tipo o serie, a cada propietario.
También podemos pensar en el equity como la cantidad de dinero que quedaría tras liquidar todos los activos y saldar las deudas de una empresa.
Este valor remanente se repartirá equitativamente a los accionistas de una empresa conforme a la cantidad de acciones que posea.
El número de acciones que un accionista posee de tu empresa, dividido entre el número total de acciones que has emitido, equivale al porcentaje de propiedad que tiene de tu negocio.
El porcentaje de acciones que adquiere un accionista determina su nivel de propiedad en tu empresa, y, en consecuencia, el derecho sobre las utilidades futuras (dividendos) y el poder de voto en ciertas decisiones críticas.
La importancia del financiamiento por equity
Si bien puedes crecer recurriendo a algún tipo de deuda (como lo hacen el 25% de las empresas en México), ésta limitará tu liquidez.
Por ejemplo, si adquieres algún préstamo tendrías que amortizarlo mensualmente, lo que disminuye tu capital de trabajo.
No obstante, en México, el 65% de las pequeñas y medianas empresas (PyMEs) cierran porque sus ingresos operativos son insuficientes y son incapaces de acceder a un crédito.
Afortunadamente, aquellas PyMEs a las que les resulta complicado acceder a un crédito bancario y restringen su crecimiento a sus utilidades, tienen una alternativa de financiamiento mediante la venta de acciones.
Por lo tanto, la venta de acciones representa un método de financiamiento alternativo para aquellas empresas con mayor riesgo pero alto potencial.
Además, pueden beneficiarse con los conocimientos, contactos y experiencia de los posibles inversionistas para explorar nuevos mercados e impulsar su crecimiento.
Puedes obtener financiación de equity de diversas fuentes, entre otras: inversiones informales de familiares y amigos, financiamiento colectivo o crowdfunding, inversionistas ángeles, capital de riesgo (Venture Capital o VC) y capital privado (private equity).
Tipos de acciones
En términos generales, existen tres tipos de acciones:
- Acciones comunes u ordinarias, que están conformadas por las aportaciones del capital de los accionistas que participaron durante las primeras etapas de un emprendimiento.
Estas aportaciones generalmente provienen de las FFFs o ángeles inversionistas y pueden ser motivadas por:
- Captación de dividendos.
- Especulación, pues las acciones son compradas con la intención de venderlas posteriormente y obtener una ganancia de capital tras la venta.
- La aspiración a un puesto (consejero, asesor, etc.) con el cual se obtendría un voto en el Consejo y alguna retribución económica.
- Acciones preferentes, que representan una parte del capital social de una compañía. Pero, a diferencia de las acciones comunes, tienen su rendimiento o dividendo garantizado. A cambio de este privilegio de liquidez, tienen limitaciones en la participación administrativa de la empresa.
Esta acciones se emiten cuando no deseas aumentar los pasivos de tu empresa y/o no quieres perder control sobre la misma.
Pros y contras de financiarse con equity
El ciclo de vida de tu empresa y su capacidad para crear flujo de efectivo a través de su operación pueden determinar el acceso que tienes a diferentes tipos de inversionistas.
Es muy importante señalar que los dividendos solo ocurren después de que tu empresa genera ganancias estables.
En consecuencia, el horizonte de tiempo entre una inversión inicial y un flujo regular de pagos de dividendos es largo. Por lo tanto, muchos inversionistas prefieren vender sus acciones con anticipación esperando obtener una ganancia de capital.
Por eso es recomendable siempre tener una reserva líquida para poder recomprar acciones.
El tiempo que tienes antes de repartir dividendos permite que tu empresa se desarrolle orgánicamente y concentre sus excedentes de flujo en activos estratégicos, y no en el pago de intereses poco después de recibir la inyección de capital, como es en el caso de la deuda.
Ahora bien, el tema del control tiene un peso cultural importante en México. Nueve de cada diez empresas mexicanas son administradas por grupos familiares que prefieren evitar diluir su capital social y mantener el control sobre sus empresas.
En consecuencia, las PyMEs optan por instrumentos financieros que no requieran que los inversionistas obtengan una participación en su equity.
Aunado a esto, el financiamiento por medio de equity es más costoso que la deuda. ya que comprometes las utilidades futuras de tu negocio en proporción a las acciones que hayas cedido por un período indeterminado de tiempo (encima, tiene una carga fiscal mayor que la deuda).
Lo anterior, evidentemente, va en relación con el riesgo que asumen los posibles accionistas al inyectar capital en tu empresa, ya que podrías carecer de liquidez suficiente para recomprar sus acciones al no haber alcanzado el crecimiento esperado.
Por eso, en ocasiones, resulta más atractiva la posibilidad de obtener algún préstamo bancario con tipos de interés fijos o alguna deuda que requiera de garantías.
No obstante, la deuda puede no ser la mejor opción para las empresas que tengan pocos activos fijos o flujos de ingresos cíclicos, pues les sería complicado amortizar su préstamo.
Rondas de financiamiento
Es cierto que no todas las empresas requieren financiamiento externo. Generalmente, las que se financian por medio de deuda o capital son aquellas que necesitan invertir mucho dinero en activos, desde inventario hasta desarrollo y maquinaria, para operar.
Otra razón, es que precisan de cierto volumen de ventas para llegar a un punto de equilibrio y en el intermedio deben inyectar capital.
Por eso debes considerar cómo y cuándo utilizar el dinero de otras personas o instituciones financieras para apalancar el crecimiento de tu empresa.
Y el primer paso para tomar la decisión correcta sobre el financiamiento de tu empresa es conocer las distintas fuentes de financiamiento a tu alcance.
Como se puede apreciar en el esquema, puede ser un desafío para las nuevas empresas recaudar fondos mientras están en el valle de la muerte (Valley of Death), ya que tienen un mayor riesgo de fracasar.
Una vez superada esta etapa, recibes tus primeras aportaciones de capital semilla, pues has validado tu modelo de negocio y has conseguido generar ingresos.
Estas empresas que se encuentran en la etapa de supervivencia, después de haber validado y desarrollado su idea de negocio con bootstrapping (fuentes de financiamiento internas), podrían requerir financiamiento en una primera ronda de capitalización.
En ella, algunos fondos de venture capital (VC) proporcionan dinero para fomentar el crecimiento de la empresa para que así logre ganar mercado.
Aquellas empresas de rápido crecimiento necesitan bastante capital de trabajo para mantener su inercia, por lo que deben buscar financiamiento en una segunda ronda con capitalistas de riesgo nuevos y aquellos accionistas que participaron durante o antes de la primera ronda.
Y así en lo sucesivo (mientras una empresa no consiga un crecimiento orgánico) hasta llegar a la etapa de financiación “mezzanine”.
El financiamiento “mezzanine” es una combinación de deuda y equity. Sucede durante la última parte de la etapa de rápido crecimiento de una empresa.
En esta, los banqueros, los fondos de VC y los inversionistas de private equity proporcionan los recursos necesarios para orquestar la oferta pública inicial de una empresa en la bolsa de valores.
El proceso de realizar una IPO (oferta pública inicial) es costoso y poco común, pero ofrece a las empresas la oportunidad de recaudar capital y cotizar en la bolsa.
Por esta razón, muchas empresas optan por fusionarse o ser compradas por otra empresa, lo que puede resultar en eventos de liquidez que brindan oportunidades para ambas partes involucradas.
Preguntas frecuentes
¿Cuáles son las diferencias entre el financiamiento con equity y deuda?
¿Cómo encontrar inversionistas para mi empresa en México?
Primero debes identificar el sustento del crecimiento de tu empresa. Es decir, si necesitas contratar capital humano e invertir en equipo e infraestructura para crecer, lo mejor es iniciar tu búsqueda localmente.
Para estos casos, las principales fuentes de financiamiento pueden ser socios, clientes, ángeles inversionistas o se puede también explorar la posibilidad del fondeo colectivo (crowdfunding).
Por ejemplo, si eres un B2C (negocio a consumidor), tal vez puedas comenzar usando plataformas de fondeo colectivo. Y si tu emprendimiento es B2B (negocio a negocio), quizá deberías encontrar un par de clientes y armarles un buen trato (ese podría ser tu capital inicial), o localizar a un ángel inversionista en tu sector.
Los fondos de capital privado y programas de capital semilla buscan negocios disruptivos, que innoven y tengan tracción sustentada con utilidades o una tasa de conversión de usuarios.
Esta preferencia se debe al potencial de crecimiento que este tipo de negocios posee por su enfoque innovador y escalabilidad, lo que les permite multiplicar la inversión inicial al momento de vender sus acciones.
¿Qué tipo de inversionista me conviene más para mi negocio?
Generalmente, para los emprendedores en la etapa inicial de tu negocio, la mejor alternativa son los ángeles inversionistas.
Los ángeles inversionistas son individuos que, además de invertir dinero, pueden estar dispuestos a conceder parte de su tiempo para ayudarte, ya sea a través de la creación de una red de contactos, el desarrollo del negocio o simplemente el compartir parte de su conocimiento.
Esto acelerará tu curva de aprendizaje y podrás eficientizar el crecimiento de tu negocio.
Lo ideal es que tu posible inversionista tenga un conocimiento profundo en el sector en el que estás intentando emprender. Pero igual de importante es que logres negociar las condiciones adecuadas para su inversión.