Conoce los principales riesgos de liquidez para las empresas de manufactura
La era post-Covid es una época de dificultades para cualquier empresa, solo que para las pertenecientes a la industria manufacturera esto implica una mayor presión sobre sus requerimientos y la necesidad de recuperar la estabilidad. Y para ello e iniciar 2023 con el pie derecho, la liquidez es fundamental.
De acuerdo con pronósticos de Euromonitor International, se prevé que el sector manufacturero mundial experimente turbulencias en 2023, ya que el deterioro de las perspectivas económicas, el aumento de los riesgos geopolíticos y la volatilidad de los mercados de la energía y las materias primas pondrán a prueba los resultados de las empresas manufactureras.
Ahora que, si bien son ampliamente conocidos por los miembros del sector, este panorama ha acentuado los cuatro riesgos clave que se exponen a continuación; afrontarlos será fundamental para la capacidad de recuperación de estas empresas de manufactura o producción.
1. Acceso a una cadena de suministro estable
Tras un par de años de inestabilidad provocada por la pandemia mundial, se espera que las presiones sobre la cadena de suministro disminuyan en 2023, indica también Euromonitor. Se estima que la mejora de la capacidad de producción, el restablecimiento de los niveles de existencias, el aumento de la capacidad de transporte y el menor crecimiento general de la demanda debido a la ralentización de los resultados económicos en 2023 contribuirán a reequilibrar la oferta y la demanda y a aliviar los problemas de la cadena de suministro.
Esto representan buenas noticias si recordamos los retos que planteó en su momento la pandemia, que provocó graves trastornos en las cadenas de suministro mundiales, a medida que se acumulaban los retrasos en el suministro de materias primas.
Sin materias primas, y con un suministro cada vez menor de productos acabados, era casi imposible que las empresas manufactureras siguieran siendo competitivas en sus mercados, y la amenaza a la liquidez se hizo aún más aguda. Así, una de las lecciones más importantes que nos dejó la crisis de COVID-19 fue el de la necesidad que tienen las empresas manufactureras de diversificar sus cadenas de suministro.
2. Mantener un flujo de efectivo estable
Las empresas de manufactura deben controlar constantemente su flujo de efectivo y sus necesidades de liquidez, dado que deben ocuparse de una serie de aspectos, como los gastos generales fijos, los costes de mano de obra, el mantenimiento de la maquinaria y los pagos a proveedores entre otras obligaciones de deuda.
Para mantener una fuente constante de liquidez, su ciclo de pagos a clientes debe ser estable. Este aspecto se ve seriamente amenazado en la coyuntura actual, en la que los pagos de los clientes se retrasan por diversos motivos.
Hoy en día, se ha hecho evidente que el periodo medio de cobro a proveedores ha aumentado entre 60 y 90 días, y en algunos sectores incluso más, lo que ha obligado a las empresas manufactureras a negociar las condiciones de pago con estos, a reestructurar o mejorar los servicios bancarios o incluso a renunciar a algunas relaciones con grandes clientes debido a la falta de liquidez.
3. Disminuir los niveles de inventario de seguridad
La mayoría de los fabricantes mantienen niveles de inventario lo bastante altos como para permitir una reacción rápida a los nuevos pedidos. Volver a centrarse en la gestión del inventario asegurará que mantengas los niveles adecuados para conservar el efectivo sin afectar tu capacidad para cumplir con los pedidos o reaccionar cuando la crisis haya pasado.
4. Tener la capacidad para cumplir las obligaciones de deuda con las instituciones financieras
Las empresas manufactureras necesitan grandes instalaciones, que suelen conllevar importantes inversiones de capital en infraestructura y activos. Estas bases de activos son financiadas por los bancos, especialmente cuando una empresa está en fase de crecimiento. Por ello, a menudo tendrán un pago derivado, ya sea de capital o de intereses.
Si tu empresa manufacturera se enfrenta a una crisis de liquidez, ya sea por retrasos en los pagos de los clientes, por no poder trabajar a plena capacidad o por cualquier dinámica del mercado o cambio en el sector, no podrán cumplir sus obligaciones de deuda con los bancos. Si esto continúa, los bancos tendrán que considerar la reestructuración de la línea de crédito o peor, la confiscación de los activos de la empresa.
Ninguna empresa en crecimiento quiere llegar a estas circunstancias, de ahí que lo más recomendable es buscar otro tipo de alternativas de financiamiento más allá de la banca tradicional. Es decir, una solución financiera que se ajuste a las necesidades específicas de tu negocio, como la nuestra, una solución 360 que puede llevar tu empresa al siguiente nivel y cumplir tu compromiso de empezar con el pie derecho este año que comienza.
Es un hecho que estos riesgos y desafíos han perjudicado a muchas compañías en el sector y, es más, en algunos casos han conducido a su inminente cierre. Las empresas de manufactura que gestionen eficazmente su liquidez y mantengan buenas relaciones con sus proveedores, bancos e instituciones financieras han podido mostrar resiliencia y prevalecer.