Qué son los tokens y cómo están transformando los servicios financieros
Aunque hoy en día la pregunta sobre qué son los tokens ha tomado por asalto la conversación pública, lo cierto es que han acompañado a la humanidad desde hace siglos.
Para muestra, un breve historia:
En el siglo XIII, Marco Polo visitó el imperio de Kublai Khan (nieto de Genghis), en el territorio que hoy conocemos como China. Ahí conoció la porcelana, el carbón y la pólvora. Pero fue un invento en particular lo que llamó su atención: no era una herramienta ni una máquina ni una técnica. Era un trozo de papel.
En granjas fuertemente custodiadas, el explorador observó cómo una enorme hoja de este material era cortada en pedazos, firmada por un escribano, y marcada con un sello que solamente los terratenientes legitimados por el Kahn tenían permitido usar. Luego vio cómo la gente los intercambiaba por arroz, gallinas, madera, aceite.
En esa expedición, Marco Polo presenció la creación y funcionamiento del papel moneda.
Así como este papel –manufacturado con corteza y savia–, la idea que hoy en día representan los tokens en el contexto del mundo crypto nos ha acompañado desde hace mucho tiempo.
El cacao en Mesoamérica, la sal en Roma (de donde proviene la palabra salario), o los bonos de deuda sobre los que se fundó el Banco de Inglaterra (los especialistas dicen que si esos bonos se cobraran hoy, mañana no habría economía en el Reino Unido), son tan solo algunas casos que podríamos mencionar.
Y es que los ejemplos anteriores no son otra cosa que los tokens de su época: objetos sin valor intrínseco que se utilizan para realizar transacciones comerciales.
Sin embargo, aunque sus principios simbólicos y de valor permanecen sin muchos cambios, lo cierto es que hoy asistimos a una revolución que pretende disrumpir por completo nuestra concepción sobre los tokens. Nos referimos a sus aplicaciones en conjunto con la tecnología blockchain.
Es precisamente ante estas innovaciones que quisimos darnos a la tarea de explicar qué son los tokens, cómo funcionan, cuáles son sus principales características y usos, así como acercar algunas ideas sobre la manera en que están transformando los servicios financieros en el mundo.
Y por supuesto, seguir celebrando la emisión de nuestro Tribal Token (TRBL).
A todo esto: ¿qué es un token?
Pongamos los puntos sobre las íes (o cada token en su blockchain).
La principal confusión que suelen causarnos los tokens cuando se hace referencia a ellos en el mundo de las crypto, es cómo diferenciarlos de las criptomonedas. O sea, ¿son tokens y criptomonedas términos intercambiables? ¿Todos los tokens son criptomonedas, y viceversa?
Empecemos por aclarar que crypto se refiere a los diferentes mecanismos y técnicas de encriptación que protegen los activos representados a lo largo de una blockchain. Por su parte, las criptomonedas son los sistemas que permiten realizar pagos virtuales de manera segura.
A estas últimas, se suele denominarlas como tokens, los cuales son registrados como entradas en el ledger o libro contable de cada blockchain. En otras palabras: tokens son todos aquellos criptoactivos que representan un bien, fungible o no fungible, sobre una misma blockchain.
Aunque es una opinión que aún polariza a los especialistas, hay quienes utilizan como herramienta pedagógica la comparación entre los tokens con el dinero de Monopoly, el juego de mesa.
Las similitudes que guardan es que ambos solamente representan valor en su propio contexto: los papeles que simulan ser billetes en Monopoly valen lo que representan cuando dos o más personas juegan al Monopoly; los tokens solamente pueden representar un bien o validar una transacción en la cadena que da soporte a su código.
No obstante, lo que hace posible realizar transacciones, inversiones, o incluso compras en el mundo real con tokens, es la tecnología que lo valida. Así, montar a la blockchain un activo, transformándolo en código mediante encriptación, es a lo que se conoce como tokenización.
De ahí proviene el valor de los tokens: es la seguridad que brinda el modelo descentralizado de la blockchain como se pueden considerar activos (a esto se lo conoce como contrato inteligente, sobre el que abundaremos más adelante).
Con esta terminología en mente, analicemos los diferentes tipos de tokens que existen, así como sus principales funciones.
Seguridad, financiamiento, utilidad: tipología de los tokens
El universo de los tokens es inmenso y crece a una velocidad acelerada todos los días. Bajo la premisa de que cualquier taxonomía será insuficiente en el futuro, aquí va una descripción de las cuatro principales categorías en que se clasifican los tokens.
Token de seguridad
Certifica la autenticidad de un producto que comparte características con la tecnología blockchain, pero que, por su naturaleza no se puede vincular con un activo tangible.
Se trata, básicamente, de la tokenización de activos financieros como títulos de crédito, obligaciones, opciones sobre acciones, futuros, entre otros.
Tokens de activos
Representa derechos sobre activos financieros y no financieros, los cuales se intercambian entre las partes sobre la misma blockchain para garantizar la seguridad de las transacciones sin necesidad de intermediarios.
En otras palabras, es la incursión de los tokens y las criptomonedas en el “mundo real”. Desde las bienes raíces, pasando por el oro y las acciones de una empresa, hasta los frijoles de soya y el petróleo.
De esta manera se pretende darle estabilidad a las criptomonedas.
Tokens de utilidad
También conocidos como tokens de aplicación (app tokens), son aquellos que brindan a quien lo posee un producto, servicio, o incluso ambos. Regularmente, funcionan como una manera de ingresar a una red o plataforma de acceso limitado.
Los tokens de utilidad suelen no estar sujetos a ningún tipo de regulación, esto con el objetivo de ayudar a la creación de una economía interna a un proyecto estructurado sobre una blockchain.
Ahora que conocemos las tres categorías principales que agrupan los tokens, vale la pena abordar sus funciones.
FTs y NFTs: ¿por qué tanto alboroto?
Seguro que lo has visto.
Primero, el famoso gif del Nian Cat que causó un enorme revuelo a más de 10 años de su creación, cuando un coleccionista pagó cerca de $600,000 USD por una versión remasterizada del felino animado.
Segundo, los llamados Bored Apes,posiblemente la colección de arte más conocida del mundo hoy por hoy, sobre la cual reclaman propiedad actores, estrellas pop e influencers.
Es muy probable que al ver la noticia te haya llamado la atención un par de cosas: en primer lugar, el exorbitante precio que puede alcanzar un meme de la década pasada; y en segundo lugar, las siglas NFT.
Fungible Token (FT) y Non-Fungible Token (NFT) son términos que se emplean para denominar las dos funciones principales que se han dado a los tokens hasta ahora.
Para ello, sirve entender la fungibilidad en el contexto de la economía, que no es sino la capacidad de un bien o un activo para ser intercambiado con otro conjunto de bienes y activos del mismo tipo. La particularidad de estos términos en el contexto crypto es que expresan su fungibilidad mediante código.
Por ejemplo, el bien fungible por excelencia es el dinero, pues a pesar de que el material que lo compone se deteriora con el paso del tiempo, puede intercambiarse con otros de su mismo tipo sin perder valor. Un dólar vale lo mismo en Los Ángeles que en Boston; incluso, lo mismo ocurre con algunas criptomonedas estables como Bitcoin.
En cambio, los bienes no fungibles son aquellos que no se pueden intercambiar, pues su principal característica es que son únicos e irremplazables. Por ejemplo, los boletos de avión son bienes no-fungibles porque, dada la información específica que contienen, una réplica pierde validez y valor frente al original.
De igual forma, hoy en día se considera que el arte es un bien no fungible prototípico.Por eso es que tanto el Nian Cat como la imagen de un mono con sombrero de marino cuestan tanto. Además de su dimensión estética, son bienes que, pese a existir en un ecosistema digital y poder ser replicados con un par de clicks, todas sus copias pierden validez frente al original.
Los NFTs –que son la función de los tokens sobre la que actualmente se desarrollan una vasta cantidad de proyectos– suelen considerarlos como un título de propiedad sobre un ítem no replicable.
Ya que entramos con un poco más de detalle sobre los tipos y funciones de los tokens, vale la pena entender el proceso mediante el cual circulan.
El contrato inteligente: el ciclo de intercambio de tokens
Al igual que muchas otras creaciones digitales, los tokens cumplen con un ciclo de vida. Éste va desde su creación y emisión hasta su inversión en transacciones. A este proceso se le conoce como contrato inteligente.
Anteriormente, llamamos la atención sobre el hecho de que la seguridad de la estructura descentralizada de la blockchain agrega valor a los tokens que residen en ella.
Sin embargo, su “movimiento” en la cadena está condicionado por una serie de factores. Aunque en teoría cualquier persona puede emitir su propio token, lo cierto es que la escalabilidad requiere cumplir con ciertos requisitos.
Veamos en qué consiste cada etapa de este ciclo de vida.
Creación
El primer paso del ciclo de vida de un token es su creación. Parece evidente, pero en orden de producir un token, el emisor debe considerar varias cosas.
Digamos que una empresa decide emitir un token para financiar un proyecto. Después de elegir sobre cuál modelo de blockchain va a trabajar, debe determinar el mecanismo de encriptación con el que garantizará la inversión de los compradores.
Así mismo, tendrá que escribir las reglas básicas que regirán a este particular token: la cantidad disponible, su valor, así como lineamientos para las condiciones especiales que puedan surgir.
Una vez que habilite la plataforma desde la cual se emitirán los tokens, ésta tendrá la función de llevar un registro que certifique toda posibilidad de una transacción futura. O en otras palabras: que asegure que el token será válido en el futuro para llevar a cabo operaciones comerciales de manera segura.
Adquisición
Aunque hay quienes sostienen que adquirir un token se asemeja a comprar acciones de una empresa pública, esto no es del todo preciso. De hecho, el proceso de adquisición de tokens se parece mucho más a la compra de boletos de avión.
Digamos que queremos viajar de la Ciudad de México a Madrid con una escala en Toronto, así que entramos a la página de una aerolínea que tenga esta ruta, revisamos los horarios y la disponibilidad de asientos, y solamente si ese itinerario tiene al menos un lugar a bordo, podemos realizar una compra.
Lo mismo sucede con los tokens: una vez que se comprueba que el comprador puede realizar la transacción, la plataforma coteja la operación con la bolsa total de tokens disponibles. Si aún existen unidades, se actualiza la información del registro restando la cantidad de tokens adquiridos por el comprador.
Transacción
Al igual que todas las cosas sobre las que tenemos derecho de propiedad, los tokens pueden ser puestos en venta, préstamo, o incluso regalarlos.
La única diferencia es que en lugar de entregar un bien tangible, el intercambio se lleva a cabo mediante código, el cual se transfiere de una cartera electrónica a otra. Siguiendo el ejemplo del boleto de avión, la transacción de un token es similar a realizar un cambio de pasajero en cualquier aerolínea.
Y al igual que en cualquier aerolínea, ese cambio tiene un costo. La plataforma comisiona un porcentaje determinado por transacción, con el que se cubre el mantenimiento de los servidores, el costo de desarrollo, y en general se logra el cometido de convertir a los tokens en una herramienta de financiamiento.
En un vistazo, así luce el ciclo de vida de los tokens:
Por último, nos queda explorar de cerca la manera en que este ciclo ocurre en un ámbito particular para comprender sus aplicaciones prácticas.
Los tokens en el contexto empresarial
Definitivamente, los intentos de tokenización en un sinfín de sectores están transformando la manera en que las empresas consiguen financiamiento. Sobre todo, porque significan un medio para fortalecer la transparencia, la accesibilidad, y la disponibilidad de liquidez.
De acuerdo con un estudio realizado por Brown Brothers Harriman, existen al menos cinco beneficios en la emisión de activos digitales como vehículo de inversión.
- Propiedad fraccionada: Los activos tradicionales, como los bienes raíces y las obras de arte, se comercian en puntos de precio restrictivos para la mayoría. La tokenización abre paso al fraccionamiento de su valor, creando un vía mucho más accesible en la que se disminuye el umbral de precio.
- Incremento de la liquidez: Derivado de la propiedad fraccionada, los tokens tienen la capacidad de incrementar la liquidez de sus emisores, dado que amplían la base de inversores de “tickets pequeños”.
- Fortalecen la confianza: El modelo descentralizado que se privilegia en la estructura de la blockchain reduce la dependencia de una autoridad central reguladora, por lo que se mitiga el riesgo de brechas de seguridad.
- Programabilidad: Quizá el principal objetivo de tu empresa para tokenizar sus activos no es el financiamiento de algún proyecto o iniciativa, sino automatizar y eficientar procesos de gobernanza. La característica de permutabilidad de los tokens los convierte en la herramienta ideal para, por ejemplo, monitorear procesos de KYC o AML, y así robustecer los procesos de compliance en tu negocio.
- Accesibilidad: El principal punto al que parecen atacar los tokens. Derriba las barreras que imponen las transacciones que necesitan de un intermediario físico (documento, máquina, o persona). De hecho, el Pew Research Center reporta que el 16% de los adultos entre 18 y 29 años en los Estados Unidos realizaron su primera inversión en activos digitales.
En suma, las empresas encuentran en la tokenización de sus activos la posibilidad de poder reempacar los diferentes activos que las componen en unidades más pequeñas, haciendo mucho más fácil conseguir liquidez para financiarse, o bien para optimizar sus procesos.
Por último
Aunque todas estas innovaciones son emocionantes, lo cierto es que el optimismo que las sostiene debe abordarse con moderación, sobre todo mientras seguimos a la espera de tener un panorama exhaustivo de las regulaciones que inevitablemente llegarán al sector.
Pero de tiempo, paciencia y experimentos es de lo que ha vivido la historia de los tokens y las monedas y el dinero como correlato de la humanidad. Así y no de ninguna otra forma fue que pasamos de los papeles en el imperio del Kahn a imágenes digitales de gatos y monos antropomorfizados.
Porque esto de ninguna manera demerita lo uno frente a lo otro, sino todo lo contrario: los adhiere con la misma fuerza al ADN de la cultura, esa otra cadena interminable de la civilización.