El ABC de las rondas de inversión (letra por letra)
Si alguna vez te has preguntado cómo funcionan las rondas de inversión, tenemos una historia que contarte:
Posiblemente recuerdes que en junio de 2021, la conocida firma de capital de riesgo Berkshire Hathaway —propiedad de Warren Buffet— invirtió US$500 millones en la Serie G de un banco digital latinoamericano. Su nombre: Nubank.
El hecho sucedió en plena pandemia, y aunque la tendencia viraba hacia lo digital, para algunos la banca 100% en línea seguía siendo un misterio (hay para quienes aún lo es).
Sin embargo, pese al escepticismo, en octubre de ese mismo año Nubank presentó una Oferta Pública Inicial doble (en Estados Unidos y Brasil) con un cap de valuación de US$45,000 millones. ¿Nada mal, no?
Ahora bien, resulta válido preguntarse por qué una empresa con un producto probado, con un tamaño de mercado adecuado, y una marca establecida necesitaría capital adicional. Sobre todo porque convencionalmente se piensa que las empresas generan dinero (además de empleos, innovación, productividad, entre otras cosas).
La limitación de un enfoque como el anterior es que no considera un factor crucial en este modelo de financiamiento: el potencial de las empresas de alto impacto.
Los fundadores de este tipo de empresas se plantean como objetivo cumplir con una buena proyección financiera que les permita pasar las primeras etapas de su emprendimiento, lo que no es nada fácil. Se estima que el tiempo de vida promedio de una Pyme en México es de 7.8 años.
De ahí que sea muy importante que cuando comiences la planeación financiera de tu empresa consideres las diferentes fuentes de financiamiento disponibles, así como el costo de capital (tanto para ti como para tus posibles inversionistas).
Por eso, en esta ocasión queremos compartir contigo los pormenores de las rondas de inversión. Cuándo te conviene comenzar una, cómo debes prepararte, y a quiénes puedes acudir.
Sin embargo, antes de ello, comencemos en un piso parejo.
¿Qué es una ronda de inversión y cómo funciona?
Las rondas de inversión son una clase de financiamiento donde los inversionistas inyectan capital a una empresa para obtener participación como accionistas. Usualmente, quienes favorecen este modelo son los fondos de inversión de riesgo, aceleradoras e incubadoras de empresas, así como inversionistas ángeles.
Por lo general, las startups empiezan con una ronda inicial para levantar capital (conocida como semilla o pre semilla) y continúan con rondas de inversión a las que se ordena por series: A, B, C, D, y así sucesivamente. Esto con la finalidad de obtener inversión y potenciar su crecimiento.
Los inversionistas esperan obtener algo a cambio del financiamiento que otorgan. Normalmente, son acciones que aseguran una compensación en proporción a la inversión que realizaron.
La cantidad de acciones de tu empresa que des a cambio de la inversión (es decir, el porcentaje de dilución), la utilización de los recursos, y los instrumentos mediante los cuales realices la transacción, varían en función de cada serie.
Veamos ahora cuál es la diferencia específica de cada una.
Etapa pre semilla y semilla
Esta es la etapa más temprana de la financiación y en ella participan, generalmente, los propios fundadores, ángeles inversionistas, e incluso familiares y amigos cercanos (family offices).
La temporalidad exacta de esta etapa no es precisa (de hecho, en ninguna serie lo es). Parte de la estrategia de crecimiento de las empresas consiste en determinar cuándo es el momento ideal para comenzar una ronda.
Esta etapa en particular depende de la naturaleza de la empresa y los costos iniciales establecidos dentro del negocio. También, está limitada por la cantidad de recursos (como decíamos, en ocasiones son los founders quienes utilizan su propio capital para emprender).
Sin embargo, en esta etapa se habla de diluciones promedio que van del 10% al 15%. El objetivo es tener suficiente capital para determinar el mercado, conseguir los primeros usuarios y testear el producto.
Durante la última década se registró un crecimiento exponencial entre los fondos de capital de riesgo orientados al capital semilla. Crunchbase sostiene que el trato promedio ha crecido de US$1.7 millones a US$4.6 millones en Estados Unidos.
Algunos de los marcadores que se consideran representativos de que se superó la etapa semilla son:
- Historial con estados financieros.
- Base de clientes y/o usuarios.
- Indicadores clave de tracción.
Aunque, en última instancia –y tan arbitrario como pueda parecerlo–, las etapas pre semilla y semilla terminan cuando la necesidad de una Serie A es inescapable para seguir con los planes de crecimiento de la empresa.
Serie A
Convencionalmente, esta serie se conoce como la primera etapa del Venture Capital (aunque, como veíamos, hay una tendencia del VC frente a las etapas semilla).
Seguramente, estás al tanto de que para acercar tu proyecto a un fondo de inversión hay una serie de requerimientos que debes cumplir.
Es poco probable que un fondo se interese en tu proyecto si el registro histórico evidencia un bajo rendimiento en el uso de los recursos de la etapa semilla.
Si tu empresa llega o ya se encuentra en este escenario, notarás que la complejidad de los instrumentos que median este tipo de transacciones va escalando.
Por una parte, las diluciones crecen a un promedio que oscila entre el 15% y 25%, de acuerdo con un estudio de Radicle.
Además, es común que los inversores tengan cláusulas antidilución. Es decir, que en el futuro, cuando la empresa busque nuevas rondas, el valor de la participación de los inversores “originarios” no disminuye.
También encontrarás en la mesa de negociación propuestas de acuerdos por capital futuro (SAFE - Simple Agreement for Future Equity, por sus siglas en inglés). Este es un tipo de acuerdo que garantiza al inversor la posibilidad de adquirir acciones en rondas futuras, usualmente con ciertas ventajas o descuentos.
Datos de Crunchbase sugieren que las inversiones en esta etapa alcanzan los US$14 millones. Generalmente, los recursos de esta ronda suelen destinarse para:
- Terminar de definir la necesidad del producto en el mercado (Product Market Fit - PMF, por sus siglas en inglés)
- Comenzar la contratación de roles clave.
Una consideración importante es que, probablemente, esta etapa sea de las menos duraderas, puesto que los fondos analizarán que tu plan de negocios tenga una proyección de crecimiento ambiciosa.
Serie B
En el papel, las series A y B son procesos similares, en cuanto a que suelen ser los fondos de capital de riesgo quienes los abanderan. Sin embargo, en los hechos difieren ampliamente.
Tomasz Tunguz, un inversionista de la firma Redpoint, considera que la serie B es la ronda más desafiante para una empresa, pues se tiene que replicar el modelo de crecimiento acelerado de la serie A, pero a una escala mucho más grande.
Se considera que un porcentaje de dilución promedio alcanza entre 15% a 20%, según el mismo estudio de Radicle. Los instrumentos que se utilizan son prácticamente iguales a los de la Serie A: equity, SAFEs, y notas de conversión.
Además de proseguir con el plan de crecimiento de la serie anterior, el uso de los recursos en esta etapa son:
- Afianzar el plan de producto.
- Crecer la adquisición de usuarios.
- Escalar equipos clave.
Datos de Crunchbase sugieren que la inversiones en serie B pasaron de US$27 millones en 2020 a US$40 millones en 2021. La tendencia muestra que estos números se equilibrarán en 2022, ahora que la variable de la pandemia en la valuación de startups está más asentada.
Las rondas de inversión en serie B son de las más diversas que hay. Es decir, no te conviene tener expectativas del monto que puedes levantar en función de la experiencia de otras compañías.
En este punto es crucial que los indicadores clave de tu modelo de negocio (ingresos, adquisición de clientes, churn rate) estén probados y sean atractivos. Los topes de la inversión son mucho más flexibles, puesto que ya tienes un negocio probado.
Serie C
Las empresas que llegan a una serie C o posterior ya dejaron atrás la denominación de startup. Se trata de empresas más que consolidadas en el mercado y que están perfiladas hacia la rentabilidad.
Es por ello que, además de los VCs, otros jugadores se interesan por empresas de este nivel. Dado que el riesgo es menor, bancos de inversión, fondos de private equity, o fondos de cobertura aparecen en el escenario.
Las estrategias de crecimiento en esta etapa cambian considerablemente, pues está dentro del alcance de tu compañía entrar a nuevos mercados, adquirir compañías más pequeñas, o incluso diversificar tu oferta de productos.
La dilución promedio que se estima en una serie C es de 10% a 15%. Entre los hitos que se toman en cuenta para que una empresa comience una serie como esta son:
- Presencia en diferentes países y continentes.
- Etapa cercana a la rentabilidad.
- Diferentes fuentes y modelos probados de ganancia.
En estas etapas es un poco menos preciso determinar una cifra promedio. Sin embargo, Crunchbase sugiere que será particular la ronda de serie C que no apunte a levantar más de US$100 millones.
Esto se debe a que, como veíamos, las estrategias de crecimiento son considerablemente más agresivas y el riesgo de inversión es menor.
¿Tu empresa está lista para comenzar?
Hasta ahora, quisimos compartir algunas de las características principales con las que tu empresa puede considerar el comienzo de una ronda de inversión y qué puedes necesitar para arrancar.
Sirve tomar en cuenta que estos procesos tienen su propia dinámica. Conocer la experiencia de otros fundadores te será útil, pero cada decisión que tomes respecto a la siguiente etapa dependerá de las condiciones particulares de tu empresa.